Friday, April 12, 2013

Oración por la Sanación Interior


 

Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. 

Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. 

Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. 

Sana Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
 

Concédeme Señor, la sanación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!

Plegaria de Liberación.


Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!

Momentos de la Santa Misa I

RITOS INICIALES

Entrada - Señal de la cruz - Saludo - Acto penitencial - Gloria - Oración colecta.

La entrada solemne del celebrante y sus ministros al templo supone, requiere y hace efectiva la asamblea ya reunida. Con ella y por ella, Cristo está presente. El reunirnos es una actitud profunda que debemos vivir en la Misa; somos el Pueblo de Dios convocado; es Jesús el que nos ha invitado a juntarnos. La Misa empieza en este momento y toda ella es un solo acto. Por eso, la gente que llega tarde rompe la unidad y quita a Dios algo que es de Él y de su Iglesia.

Mientras el sacerdote entra, comienza el canto de entrada. "La finalidad de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión entre los presentes e introducir los espíritus en el misterio del tiempo litúrgico o de la fiesta, ya acompañar la procesión..." (Instrucciones generales del Misal Romano, Capítulo II, Nº 25)
[Saludo] 
Durante el canto, el celebrante saluda al altar. Puede hacerlo mediante un beso y, en ocasiones especiales, perfumándolo con incienso. Estos son signos de veneración a Cristo, a quien el altar simboliza. Luego el sacerdote saluda a la asamblea comenzando con la Señal de la cruz. Este saludo expresa en primer lugar la relación de comunión entre la asamblea y el sacerdote, y en segundo lugar, el Espíritu en que se sienten unidos y se reúnen.
[Acto penintencial] 
Luego sucede el acto penitencial, que puede hacerse de diversas formas. Luego de un momento de silencio, se canta o recita el "Señor ten piedad" o el "Yo confieso". El sacerdote termina con una absolución para todos. Éste es un rito de purificación, de reconciliación con Dios y los hermanos para poder encontrarnos sin que nos separe el pecado.

Momentos de la Santa Misa II

 
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA I
 

Presentación de ofrendas - Plegaria Eucarística.

El segundo momento de la Misa comienza con la preparación de la Mesa del altar para el banquete eucarístico.

En la Última cena, Cristo instituyó el sacrificio y el banquete pascual y encomendó a sus discípulos que lo repitieran en conmemoración suya.
[Ofrenda del pan][Ofrenda del vino] 
En la preparación de los dones llevamos al altar pan, vino y agua: los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos. Mientras el sacerdote o diácono recibe las ofrendas, entonamos un canto, que simplemente acompaña el momento. "Desde el principio, junto con el pan y el vino para la eucaristía, los cristianos presentan también sus dones para compartirlos con los que tienen necesidad. Esta costumbre de la colecta, siempre actual, se inspira en el ejemplo de Cristo que se hizo pobre para enriquecernos..." (Catecismo de la Iglesia Católica, Nº 1351). Luego, el sacerdote se lava las manos, expresando así su deseo de purificación interior.

Monday, April 8, 2013

La Mujer de Hoy, Tras las Huellas de María



María es, sobre todo, la Madre. Es como el corazón de la casa; está cerca de todos en todos los momentos difíciles, especialmente en las horas de sufrimiento, de incertidumbre y de lucha.

María fue la mujer más completa que existió: fue virgen, fue novia, esposa, madre y viuda. Y de cada uno de esos papeles que desempeñó podemos aprender a comportarnos, nosotras, las mujeres de hoy.
 

Thursday, April 4, 2013

Julie Davis, su Testimonio de Conversión

Autor: Pablo J. Ginés/ReL | Fuente: ReligionEnLibertad.com
Era agnóstica, hija de ateos,iba a misa con sus hijos porque lo pedía el colegio
 
Julie Davis, su testimonio de conversión
Julie Davis, su testimonio de conversión
"Mis padres son ateos, así que en nuestra casa no había religión", empieza la norteamericana Julie Davis su testimonio. "Ellos nunca intentaron que tuviésemos prejuicios contra la religión, simplemente nunca hablaron de ello. Era como hablar de sexo, la regla no escrita es que simplemente no se menciona. Nos enseñaron a ser buena gente según la cultura popular: trabaja duro y hazlo bien, sé honesto, no robes, engañes o mientas. Y aprendimos que todo lo demás es relativo. Mientras no dañes a otros ni violes la ley, lo que hagas es cosa tuya. Por supuesto, aunque nunca lo dijeron, todos sabíamos que esa gente aburrida que iba a misa era débil, porque necesitaba una muleta como la religión para apoyarse".

Diez Consejos Básicos Para una Alimentación Saludable



 Llevar una dieta equilibrada es fundamental no sólo para cuidar la línea sino, mucho más importante aún, para un buen funcionamiento del organismo (incluido el cerebro y el desarrollo cognitivo).

Es por ello que en esta sección de Nutrición no nos cansaremos nunca de ofrecerte recomendaciones relacionadas con este objetivo. Porque comer mejor y más sano ¡es posible! Para ello no olvides: