Showing posts with label Sanaciones Milagrosas. Show all posts
Showing posts with label Sanaciones Milagrosas. Show all posts

Sunday, June 5, 2011

La Virgen del Pilar.

http://www.12octubre.es/img/VirgenPilar.jpg

 El Milagro del Cojo de Calanda
 
 Según documentos del siglo XIII, el 2 de enero del año 40, el apóstol Santiago se encontraba en profunda oración con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal en Palestina, le pidió a Santiago que en aquel lugar se le construyese una iglesia, y que el altar estuviese en torno al pilar donde ella estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Muchos han sido desde entonces los "portentos y maravillas "debidos a la intercesión de la Virgen del Pilar. Hoy hemos querido resumir aquí cómo se desarrollaron los hechos de uno de esos portentos que, quizás, a pesar de su espectacularidad, no es lo suficientemente conocido por la mayoría de fieles cristianos. Es el denominado "Milagro del Cojo de Calanda".

Aunque hay innumerables milagros, hechos inexplicables de carácter excepcional, capaces de ser percibidos y comprobados por más de una persona y atribuidos a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María o a la de los Santos para mayor gloria del Señor, probablemente no haya un milagro mejor documentado como el milagro denominado de Calanda, que como tal fue proclamado el 27-IV-1641 por el arzobispo Pedro Apaolaza, asesorado por nueve consultores y tras el interrogatorio de veinticinco testigos.

El hecho milagroso fue el de la inexplicable y súbita restitución, la noche del 29-III-1640, en su casa de Calanda, al joven Miguel Joan Pellicer Blasco , de la misma pierna derecha que en octubre de 1637 le había sido amputada cuatro dedos más abajo de la rodilla en el Hospital de Gracia de Zaragoza por el cirujano Joan de Estanga , habiendo sido enterrada por manos del mancebo practicante Joan Lorenzo García.

Los libros parroquiales nos conservan los datos biográficos del joven y de su familia: Miguel Pellicer fue bautizado el 25-III-1617 y confirmado el 2-VI-1618, fue el segundo de ocho hermanos, hijos de Miguel Pellicer Maya y de María Blasco. Las declaraciones de los testigos del proceso permiten reconstruir con detalle la historia completa: a los diecinueve años dejó a sus padres para ir a trabajar con su tío, Jaime Blasco, en Castellón. Tuvo un accidente: Se cae de un carro cargado de trigo, pasándole una rueda sobre su pierna derecha provocándole gravísimas heridas. Fue ingresado en el Hospital Real de Valencia, según consta en su registro, sólo estuvo allí cinco días, pues quiere venir al hospital de Gracia de Zaragoza. Su penoso viaje dura hasta octubre, siendo en Zaragoza su primera visita al Pilar, donde confiesa y comulga. En la cuadra de cirugía del Hospital y dado el estado del miembro herido, le amputa la pierna el cirujano Estanga, tras consulta con el cirujano M. Beltrán y ayudado por el también cirujano D. Millaruelo.

Tras su convalecencia, provisto de pierna de palo y muleta, vive de trabajos de mano ocasionales y sobre todo de las limosnas que recoge en el Pilar, en la capilla de la Esperanza junto a la puerta de la ribera, siendo por eso familiar su presencia para los zaragozanos.Cuadro en el que se representa a Miguel soñando con la Virgen del Pilar En marzo de 1640 vuelve a Calanda en viaje de varias etapas (Fuentes, Quinto, Samper). Ya en su villa sale alguna vez por los pueblos vecinos sobre una jumentilla a recoger de limosna talegas de pan. El jueves, 29 de marzo, cargó en la era nueve cargas de estiércol, ayudado por una hermana suya. Cansado, tras quitarse la pierna de palo en presencia de sus padres y de unos vecinos, se acuesta a las diez de la noche en un camastro improvisado en la habitación de sus padres, por estar la suya ocupada por un soldado que estaba de paso. Cuando al poco rato entran sus padres, ven que bajo el cobertor sobresalen dos piernas; despiertan a Miguel de un sueño profundo, en el que soñaba encontrarse en la capilla del Pilar, ungiéndose el muñón de la pierna con el aceite de sus lámparas, como lo había hecho en su convalecencia; comprueban que la pierna restituida tenía, al igual de la que fuera amputada hace tres años, las cicatrices de un mal grano, de unos rasguños causados por las aliagas del monte y de una herida causada por los colmillos de un perro.

Ya aquella noche se enteró la vecindad, y al día siguiente celebró en la parroquia el vicario, Jusepe Herrero, una misa de gracias, confesando y comulgando Miguel. El 2 de abril vienen desde Mazaleón su cura, M. Seguer y el notario Miguel Andreu, quien levantó acta del suceso, que se conserva con el protocolo de todo el año 1640 en el despacho del alcalde de Zaragoza. El 25 de abril llega Miguel con sus padres a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar, a cuya intercesión se atribuye la curación. En sesión de 8 de mayo el Capítulo y Consejo de Zaragoza acuerda constituirse parte para instar al arzobispo la calificación milagrosa de la curación.

Sunday, May 29, 2011

Sanaciones Milagrosas - ¿Cuál es el Rumor?

http://lasteologias.files.wordpress.com/2008/09/jesus_woman.jpg
 


Todo el mundo parece estar buscando un milagro de sanación en estos días. La gente está buscando en los libros, cintas de audio, canales de televisión por cable, estadios - en todas partes...El potencial milagro de sanación lleva a cualquier tipo de personas a todo tipo de lugares raros. ¿Qué hay de las sanaciones milagrosas de Jesucristo registradas en la Biblia? ¿Por qué parece que buscamos en todas partes, menos allí?

Existen treinta y cinco milagros distintos que fueron hechos por Jesús, como lo registran los evangelios. Mateo registra veinte; Marcos menciona dieciocho; Lucas menciona veinte; y el libro de Juan nos dice acerca de siete. Sin embargo, estos no son todos los milagros que Jesús hizo. Hay doce ocasiones mencionadas en Mateo, cuando Jesús hizo un número de obras maravillosas. Como ejemplo, revise Mateo 15:30, el cual dice: "Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús y los sanó." 


Sanaciones Milagrosas - El Registro Bíblico
 
Hoy, mucha gente duda de las sanaciones milagrosas de Jesús mencionadas en la Biblia. ¿Por qué? Porque mucha gente hoy duda de la existencia de Dios y de Su poder. Para un cristiano, es evidente que los milagros de Cristo son ocurrencias sobrenaturales ordenadas por Dios el Padre, quien le dio poder al Hijo para hacerlos para Su gloria. En Juan 14:10-13 dice: "¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 


Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre es en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras." Para un creyente en Jesús, esto es prueba de la obra sobrenatural que hizo posible los milagros. El diccionario bíblico Unger define milagros como: "Manifestaciones sobrenaturales de poder divino en el mundo exterior, revelaciones especiales por sí mismas de la presencia y poder de Dios; y en conexión con otras revelaciones especiales a las cuales sirven, como ayudando en su testimonio, establecimiento y preservación."

He aquí algunas de las sanaciones milagrosas hechas por Jesús en la Biblia. A medida que las lea, recuerde que Dios es Dios, el Creador de los cielos y la tierra.

Jesús sanó al hijo del noble en Caná (Juan 4:46-54); Él sanó al paralítico en el estanque de Betesda (Juan 5:1-9); Él sanó a la suegra de Pedro (Mateo 8:14-15; Marcos 1:29-31; Lucas 4:38-39); Limpió a un leproso (Mateo 8:2-4; Marcos 1:40-45; Lucas 5:12-16); Sanó al sirviente del centurión (Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10); Sanó al endemoniado ciego y mudo (Mateo 12:22; Lucas 11:14); Sanó a la mujer con el flujo de sangre (Mateo 9:20-22; Marcos 5:25-34; Lucas 8:43-48); Resucitó a la hija de Jairo (Mateo 9:18-19,23-26; Marcos 5:22-24,35-43; Lucas 8:41-42,49-56); y restauró la oreja de Malco (Lucas 22:49-51; Juan 18:10). 


Sanaciones Milagrosas - ¡Cosa Trivial para un Dios Todopoderoso!
 
¿Sanaciones milagrosas? ¡Vamos! Esas son sólo historias maravillosas promovidas por un grupo de fanáticos religiosos. Por supuesto, para aquellos que niegan al Dios Creador del Universo y a Su Hijo, Jesucristo, es fácil negar la veracidad histórica de los milagros de Cristo registrados en la Biblia. Sin embargo, si llegamos a un punto en donde creemos en Dios y en Su absoluto poder para crear todo lo que vemos, entonces los milagros no son un problema - sólo son la suspensión de las leyes naturales que Él mismo creó.


Una vez que creemos en Dios y en Su poder supremo, entonces no tenemos ningún problema para creer en Su Hijo, Jesucristo y que Él nació de una virgen, vivió una vida perfecta, hizo todas las obras que revelan las Escrituras, y murió en una cruz por el mundo, pagando el precio de todos los pecados, ¡para reconciliarnos de nuevo con Dios y darle gloria! Dios todavía está en control de todas las cosas, ¡y siempre lo estará! Los milagros todavía ocurren hoy, cuando encajan con los planes de Dios para las vidas de aquellos afectados. 

Dios es amor. Milagrosamente, ¡Él nos ama sin importar lo que hayamos hecho! A Sus ojos, cada uno de nosotros somos "milagros," porque Él nos creó a Su imagen.

Monday, May 2, 2011

SANACIONES MILAGROSAS

 http://www.extendiendoelreino.com/img/jesussanando.jpg



Dios puede sanar de muchas maneras. La Sagrada Escritura con frecuencia nos narra sanaciones, la gran mayoría realizadas directamente por Jesucristo, pero también algunas realizadas a través de sus Apóstoles. Y aún en el Antiguo Testamento podemos conseguir algunas.

Una de éstas es la sanación de un leproso llamado Naamán. “Su carne quedó limpia como la de un niño” (cf. 2Re 5, 14-17). En este caso vemos a Dios sanando a una sola persona a través de un instrumento suyo (el Profeta Eliseo), sin siquiera estar éste presente, con unas instrucciones muy precisas (bañarse 7 veces en un río).

A veces se han dado sanaciones colectivas. Tal es el caso de la sanación de diez leprosos, hecha directamente por Dios (por Jesucristo), sin estar El presente, pues esa sanación se sucedió mientras los leprosos iban -por instrucciones del mismo Jesucristo- a presentarse a los sacerdotes (cf. Lc. 17, 11-19).

Otras veces Jesucristo sanó utilizando una sustancia, como fue el caso del barro usado para untar los ojos de un ciego. Otras veces sanó dando una orden: “Levántate, toma tu camilla y anda”, le dijo a un paralítico. O también como al criado del Oficial romano, a quien sanó sin siquiera ir hasta donde estaba el enfermo. O como a la hemorroísa a quien sanó al ella tocar el manto de Jesús. Otras veces -como decíamos al principio- fueron los Apóstoles los instrumentos que el Señor usó para sanar.

Sea cual fuere el instrumento físico o humano que aparezca en una sanación, es Dios Quien sana. Y Dios sana a quién quiere, dónde quiere, cuándo quiere y cómo quiere... porque Dios es soberano. Es decir: Dios es dueño de nuestra vida y de nuestra salud. Y nuestra Fe consiste, no sólo en creer que Dios puede sanarnos, sino también en aceptar que El es soberano para sanarnos o no y para escoger el lugar, la forma, el medio y el momento en que nos sanará.

Dios sigue haciendo milagros hoy en día. Para cada canonización la Iglesia Católica requiere de un milagro comprobado. Para nombrar sólo un caso de los más recientes: en el proceso de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta, se dio a conocer un milagro impresionante, no sólo por la gravedad de la enferma, sino porque la curación tuvo lugar en un asilo de las Hermanas de la Caridad, congregación fundada por ella, sucedió el día aniversario de su muerte, es decir de su llegada al Cielo, y, adicionalmente, habiéndosele colocado a la paciente un escapulario que había estado en contacto con el cuerpo de nuestra futura santa, la Madre Teresa.

El Señor sana y sigue sanando: sana cuerpos y sana almas. No importa el medio que use: puede hacerlo directamente o a través de un instrumento escogido por El ... inclusive a través de médicos y medicinas. Pero sucede que la mayoría de los médicos creen que ellos son los que sanan, sin darse cuenta que también ellos son instrumentos de Dios, pues si Dios, que es soberano, no lo quisiera, tampoco se sanarían sus pacientes.

Quien sana es Dios. Y si algún enfermo sana a través de alguna persona, es porque Dios ha actuado.

Jesucristo sanó directamente y realizó toda clase de milagros, no sólo de sanaciones, sino de revivificaciones, que son manifestaciones más extraordinarias aún que las curaciones. Y, además, realizó el más grande de los milagros: su propia Resurrección.

Sunday, April 17, 2011

Sanación prodigiosa de una enferma


Corría el año 1880, y la pobre mujer hacía ya ocho meses que estaba en cama sin poderse mover de ella. Con motivo de acercarse la festividad del Corpus Christi, sintió en su alma gran fe y confianza de que el Señor la podría curar. Rogó, pues, a los vecinos la bajaran a la puerta de la calle cuando pasase la procesión, e hizo suplicar al sacerdote que llevaba el Santísimo Sacramento que, al estar junto a ella, le acercase un poco la Custodia para adorar a su buen Jesús en la Hostia sacrosanta.
Presente estaba todo el pueblo, compadecido del triste estado de la pobre enferma, y he aquí que en el momento mismo de dirigirse el sacerdote con la Sagrada Forma hacia la puerta de la casa donde yacía la enferma, con gran sorpresa y admiración de la muchedumbre, se verificó el instantáneo prodigio de quedar completa y radicalmente curada de su doble enfermedad, siendo testigos de tan gran maravilla todo el pueblo y el señor cura párroco, don Pedro Pons Bauzá, que llevaba el Santísimo Sacramento.

Vivió todavía diez años sin experimentar el más mínimo dolor. Durmió, por fin, el sueño de los justos en 1890, a los noventa de su edad.