Thursday, January 29, 2015

Las Florecillas de San Francisco: Capitulo XV


Cómo Santa Clara comió en Santa María de los Angeles
con San Francisco y sus compañeros (1)

Cuando estaba en Asís San Francisco, visitaba con frecuencia a Santa Clara y le daba santas instrucciones. Ella tenía grandísimo deseo de comer una vez con él; se lo había pedido muchas veces, pero él no quiso concederle ese consuelo. Viendo, pues, sus compañeros el deseo de Santa Clara, dijeron a San Francisco:

-- Padre, nos parece que no es conforme a la caridad de Dios esa actitud de no dar gusto a la hermana Clara, una virgen tan santa y amada del Señor, en una cosa tan pequeña como es comer contigo; y más teniendo en cuenta que por tu predicación abandonó ella las riquezas y las pompas del mundo. Aunque te pidiera otro favor mayor que éste, deberías condescender con esa tu planta espiritual.

-- Entonces, ¿os parece que la debo complacer? -respondió San Francisco.

-- Sí, Padre -le dijeron los compañeros-; se merece recibir de ti este consuelo.

Dijo entonces San Francisco:

-- Puesto que así os parece a vosotros, también me lo parece a mí. Mas, para que le sirva a ella de mayor consuelo, quiero que tengamos esta comida en Santa María de los Angeles, ya que lleva mucho tiempo encerrada en San Damián, y tendrá gusto en volver a ver este lugar de Santa María, donde le fue cortado el cabello y donde fue hecha esposa de Jesucristo. Aquí comeremos juntos en el nombre de Dios.

El día convenido salió Santa Clara del monasterio con una compañera y, escoltada de los compañeros de San Francisco, se encaminó a Santa María de los Angeles. Saludó devotamente a la Virgen María en aquel mismo altar ante el cual le había sido cortado el cabello y había recibido el velo, y luego la llevaron a ver el convento hasta que llegó la hora de comer. Entre tanto, San Francisco hizo preparar la mesa sobre el suelo, como era en él costumbre. Y, llegada la hora de comer, se sentaron a la mesa juntos San Francisco y Santa Clara, y uno de los compañeros de San Francisco al lado de la compañera de Santa Clara; y después se acercaron humildemente a la mesa todos los demás compañeros.

Como primera vianda, San Francisco comenzó a hablar de Dios con tal suavidad, con tal elevación y tan maravillosamente, que, viniendo sobre ellos la abundancia de la divina gracia, todos quedaron arrebatados en Dios. Y, estando así arrobados, elevados los ojos y las manos al cielo, las gentes de Asís y de Bettona y las de todo el contorno vieron que Santa María de los Angeles y todo el convento y el bosque que había entonces al lado del convento ardían violentamente, como si fueran pasto de las llamas la iglesia, el convento y el bosque al mismo tiempo; por lo que los habitantes de Asís bajaron a todo correr para apagar el fuego, persuadidos de que todo estaba ardiendo. Al llegar y ver que no había tal fuego, entraron al interior y encontraron a San Francisco con Santa Clara y con todos los compañeros arrebatados en Dios por la fuerza de la contemplación, sentados en torno a aquella humilde mesa. Con lo cual se convencieron de que se trataba de un fuego divino y no material, encendido milagrosamente por Dios para manifestar y significar el fuego del amor divino en que se abrasaban las almas de aquellos santos hermanos y de aquellas santas monjas. Y se volvieron con el corazón lleno de consuelo y santamente edificados.

Al volver en sí, después de un largo rato, San Francisco y Santa Clara, junto con los demás, bien refocilados con el alimento espiritual, no se cuidaron mucho del manjar corporal. Y, terminado que hubieron la bendita refección, Santa Clara volvió bien acompañada a San Damián.

Las hermanas, al verla, se alegraron mucho, porque temían que San Francisco la hubiera enviado a gobernar otro monasterio, como ya había enviado a su santa hermana sor Inés a gobernar como abadesa el monasterio de Monticelli, de Florencia (2). San Francisco había dicho algunas veces a Santa Clara: «Prepárate, por si llega el caso de enviarte a algún convento»; y ella, como hija de la santa obediencia, había respondido: «Padre, estoy siempre preparada para ir a donde me mandes». Por eso se alegraron mucho las hermanas cuando volvió. Y Santa Clara quedó desde entonces muy consolada.

En alabanza de Cristo. Amén.

Las Florecillas de San Francisco: Capitulo XVI



Cómo quiso San Francisco conocer la voluntad de Dios,
por medio de la oración de Santa Clara y del hermano Silvestre,
sobre si debía andar predicando o dedicarse a la contemplación

El humilde siervo de Dios San Francisco, poco después de su conversión, cuando ya había reunido y recibido en la Orden a muchos compañeros, tuvo grande perplejidad sobre lo que debía hacer: o vivir entregado solamente a la oración, o darse alguna vez a la predicación; y deseaba vivamente conocer cuál era la voluntad de Dios. Y como la santa humildad, que poseía en alto grado, no le permitía presumir de sí ni de sus oraciones, prefirió averiguar la voluntad divina recurriendo a las oraciones de otros. Llamó, pues, al hermano Maseo y le habló así:

-- Vete a encontrar a la hermana Clara y dile de mi parte que, junto con algunas de sus compañeras más espirituales, ore devotamente a Dios pidiéndole se digne manifestarme lo que será mejor: dedicarme a predicar o darme solamente a la oración. Vete después a encontrar al hermano Silvestre y le dirás lo mismo.

Era éste aquel messer Silvestre que, siendo aún seglar, había visto salir de la boca de San Francisco una cruz de oro que se elevaba hasta el cielo y se extendía hasta los confines del mundo. Era el hermano Silvestre de tal devoción y santidad, que todo lo que pedía a Dios lo obtenía y muchas veces conversaba con Dios; por esto, San Francisco le profesaba gran devoción.

Las Florecillas de San Francisco: Capítulo XVII



Cómo un niño quiso saber lo que hacía San Francisco de noche

Un niño muy puro e inocente fue admitido en la Orden cuando aún vivía San Francisco (10); y estaba en un eremitorio pequeño, en el cual los hermanos, por necesidad, dormían en el suelo. Fue una vez San Francisco a ese eremitorio; y a la tarde, después de rezar completas, se acostó a fin de poder levantarse a hacer oración por la noche mientras dormían los demás, según tenía de costumbre.

Este niño se propuso espiar con atención lo que hacía San Francisco, para conocer su santidad, y de modo especial le intrigaba lo que hacía cuando se levantaba por la noche. Y para que el sueño no se lo impidiese, se echó a dormir al lado de San Francisco y ató su cordón al de San Francisco, a fin de poder sentir cuando se levantaba; San Francisco no se dio cuenta de nada. De noche, durante el primer sueño, cuando todos los hermanos dormían, San Francisco se levantó, y, al notar que el cordón estaba atado, lo soltó tan suavemente, que el niño no se dio cuenta; fue al bosque, que estaba próximo al eremitorio; entró en una celdita que había allí y se puso en oración.

Al poco rato despertó el niño, y, al ver el cordón desatado y que San Francisco se había marchado, se levantó también él y fue en su busca; hallando abierta la puerta que daba al bosque, pensó que San Francisco habría ido allá, y se adentró en el bosque. Al llegar cerca del sitio donde estaba orando San Francisco, comenzó a oír una animada conversación; se aproximó más para entender lo que oía, y vio una luz admirable que envolvía a San Francisco; dentro de esa luz vio a Jesús, a la Virgen María, a San Juan el Bautista y al Evangelista, y una gran multitud de ángeles, que estaban hablando con San Francisco. Al ver y oír esto, el niño cayó en tierra desvanecido.

Cuando terminó el misterio de aquella santa aparición, volviendo al eremitorio, San Francisco tropezó con los pies en el niño, que yacía en el camino como muerto, y, lleno de compasión, lo tomó en brazos y lo llevó a la cama, como hace el buen pastor con su ovejita.

Pero, al saber después, de su boca, que había visto aquella visión, le mandó no decirla jamás mientras él estuviera en vida. Este niño fue creciendo grandemente en la gracia de Dios y devoción de San Francisco y llegó a ser un religioso eminente en la Orden; sólo después de la muerte de San Francisco descubrió aquella visión a los hermanos.

En alabanza de Cristo. Amén.

Sunday, January 25, 2015

Oremos con Los Salmos: Súplica de un Enfermo que se Reconoce Culpable – Salmo 38



Oración en la desgracia.—

En el momento de la enfermedad y de la desgracia, el hombre se pone a reflexionar y descubre que su miseria más grande es ser pecador.

2 Señor, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues si estás indignado.
3 Pues tus flechas en mí se han clavado, y tu mano se ha cargado sobre mí.
4 Nada quedó sano en mí por causa de tu ira, nada sano en mis huesos, después de mi pecado.
5 Mis culpas llegan más arriba de mi cabeza, pesan sobre mí más que un fardo pesado.
6 Mis llagas supuran y están fétidas, debido a mi locura.
7 Ando agobiado y encorvado, camino afligido todo el día.
8 Mi espalda arde de fiebre y en mi carne no queda nada sano.
9 Estoy paralizado y hecho pedazos, quisiera que mis quejas fueran rugidos.
10 Señor, ante ti están todos mis deseos, no se te ocultan mis gemidos.
11 Mi corazón palpita, las fuerzas se me van, y hasta me falta la luz de mis ojos.
12 Compañeros y amigos se apartan de mis llagas, mis familiares se quedan a distancia.
13 Los que esperan mi muerte hacen planes, me amenazan los que me desean lo peor, y rumian sus traiciones todo el día.
14 Pero yo, como si fuera sordo, no oigo
16 Pues en ti, Señor, espero
17 Yo dije: «Que no se rían de mí, ni canten victoria si vacilan mis pasos».
18 Ahora estoy a punto de caer, y mi dolor no se aparta de mí.
19 Sí, quiero confesar mi pecado, pues ando inquieto a causa de mi falta.
20 Son poderosos mis enemigos sin causa, incontables los que me odian sin razón.
21 Me devuelven mal por bien, y me condenan porque busco el bien.
22 ¡Señor, no me abandones, mi Dios, no te alejes de mí!
23 ¡Ven pronto a socorrerme, oh Señor, mi salvador!

Oremos con los Salmos: Acción de Gracias Después de una Grave Enfermedad – Salmo 30



Te alabaré porque me has librado.—
Nada hay definitivo en esta vida. El Señor alterna para cada uno alegrías y pruebas, según lo necesitemos para crecer en la fe. Muy a menudo nos dejamos sorprender: la prueba nos abate, como si Dios ya no existiera, y cuando vienen los favores de Dios, no nos atrevemos a creer que sea verdad.

2 Te alabaré, Señor, porque me has levantado y muy poco se han reído mis contrarios.
3 Señor, Dios mío, clamé a ti y tu me sanaste.
4 Señor, me has sacado de la tumba, me iba a la fosa y me has devuelto a la vida.
5 Que sus fieles canten al Señor, y den gracias a su Nombre santo.
6 Porque su enojo dura unos momentos, y su bondad toda una vida.
6 Al caer la tarde nos visita el llanto, pero a la mañana es un grito de alegría.
7 Cuando me iba bien, decía entre mí: «Nada jamás me perturbará».
8 Por tu favor, Señor, yo me mantenía como plantado en montes poderosos
9 A ti clamé, Señor, a mi Dios supliqué.
10 «¿Qué ganas si me muero y me bajan al hoyo? ¿Podrá cantar el polvo tu alabanza o pregonar tu fidelidad?
11 ¡Escúchame, Señor, y ten piedad de mí
12 Tu has cambiado mi duelo en una danza, me quitaste el luto y me ceñiste de alegría.
13 Así mi corazón te cantará sin callarse jamás. ¡Señor, mi Dios, por siempre te alabaré!

Oremos Con Los Salmos: Súplica del Enfermo Grave – Salmo 6



2 Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues si estás enojado.
3 Ten compasión de mí que estoy sin fuerzas
4 Aquí estoy sumamente perturbado, y tú, Señor, ¿hasta cuándo?...
5 Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión.
6 Pues, ¿quién se acordará de ti entre los muertos? ¿Quién te alabará donde reina la muerte?
7 Extenuado estoy de tanto gemir, cada noche empapo mi cama y con mis lágrimas inundo mi lecho.
8 Mis ojos se consumen de tristeza, he envejecido al ver tantos enemigos.
9 Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto.
10 El Señor atendió mi súplica, el Señor recogió mi oración.
11 ¡Que todos mis contrarios se confundan, y no puedan reponerse, que en un instante se aparten, llenos de vergüenza!

Tuesday, January 20, 2015

Oracion de Sanacion a la Virgen de Lourdes



¡Oh Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas en los ojos, acudimos en las horas difíciles de la enfermedad a tu maternal corazón, para pedirte que derrames a manos llenas el tesoro de tus misericordias sobre nosotros.

Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches: pero acuérdate que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado ¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por tu mano curaciones sin medida en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guarda también una mirada de bendición para nuestro hermano (nombre). 

Alcanzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. 

Pero mucho más alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y fiel a nuestro Dios presente en todos los Sagrarios por su gran misericordia para con nosotros. Amén.

 Virgen de Lourdes, ruega por nosotros.

Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros.

Salud de los enfermos, ruega por nosotros.

 (Rezar tres Avemarías)

Thursday, January 15, 2015

Pregunta al Padre Miguel A. Fuentes. I.V.E.

¿Escucha Dios nuestras oraciones?

Pregunta:
El Señor le bendiga. Desde hace más de siete años he pedido al Señor por una situación que existe en la familia, hasta la fecha no he recibido respuesta; me asalta la pregunta a qué se debe el no ser escuchada y no sólo eso sino varias peticiones y no soy escuchada. No soy perfecta, me falta mucho, pero procuro actuar como quiere el Señor, me gusta compartir lo que poseo, escudriño la Palabra de Dios, asisto a la Eucaristía, el Santo Rosario diario, con esto repito no quiero decir que sea buena, quisiera saber cuáles son mis fallas, sólo me pregunto para que será ,el tiempo pasa y no soy escuchada. A veces siento duda, se baja mi fe. Por favor oriénteme lo necesito.

Respuesta:


Estimada M. E.:



Le envío las hermosas reflexiones del Catecismo sobre lo que usted me pregunta (números 2735-2738):



1. Queja por la oración no escuchada



He aquí una observación llamativa: cuando alabamos a Dios o le damos gracias por sus beneficios en general, no estamos preocupados por saber si esta oración le es agradable. Por el contrario, cuando pedimos, exigimos ver el resultado. ¿Cuál es entonces la imagen de Dios presente en este modo de orar: Dios como medio o Dios como el Padre de Nuestro Señor Jesucristo?



¿Estamos convencidos de que ‘nosotros no sabemos pedir como conviene’ (Rm 8, 26)? ¿Pedimos a Dios los ‘bienes convenientes’? Nuestro Padre sabe bien lo que nos hace falta antes de que nosotros se lo pidamos, pero espera nuestra petición porque la dignidad de sus hijos está en su libertad. Por tanto es necesario orar con su Espíritu de libertad, para poder conocer en verdad su deseo.



‘No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones’ (St 4, 2-3).21 Si pedimos con un corazón dividido, ‘adúltero’ (St 4,4), Dios no puede escucharnos porque Él quiere nuestro bien, nuestra vida. ‘¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros’ (St 4, 5)? Nuestro Dios está ‘celoso’ de nosotros, lo que es señal de la verdad de su amor. Entremos en el deseo de su Espíritu y seremos escuchados: ‘No te aflijas si no recibes de Dios inmediatamente lo que pides: es él quien quiere hacerte más bien todavía mediante tu perseverancia en permanecer con él en oración’ (Evagrio Póntico). ‘Él quiere que nuestro deseo sea probado en la oración. Así nos dispone para recibir lo que él está dispuesto a darnos’ (San Agustín) .



2. La oración es eficaz



La revelación de la oración en la Economía de la salvación enseña que la fe se apoya en la acción de Dios en la historia. La confianza filial es suscitada por medio de su acción por excelencia: la Pasión y la Resurrección de su Hijo. La oración cristiana es cooperación con su Providencia y su designio de amor hacia los hombres.



En san Pablo, esta confianza es audaz, basada en la oración del Espíritu en nosotros y en el amor fiel del Padre que nos ha dado a su Hijo único. La transformación del corazón que ora es la primera respuesta a nuestra petición.



La oración de Jesús hace de la oración cristiana una petición eficaz. Él es su modelo. Él ora en nosotros y con nosotros. Puesto que el corazón del Hijo no busca más que lo que agrada al Padre, ¿cómo el de los hijos de adopción se apegaría más a los dones que al Dador?



Jesús ora también por nosotros, en nuestro lugar y en favor nuestro. Todas nuestras peticiones han sido recogidas una vez por todas en sus Palabras en la Cruz; y escuchadas por su Padre en la Resurrección: por eso no deja de interceder por nosotros ante el Padre. Si nuestra oración está resueltamente unida a la de Jesús, en la confianza y la audacia filial, obtenemos todo lo que pidamos en su Nombre, y aún más de lo que pedimos: recibimos al Espíritu Santo, que contiene todos los dones.



P. Miguel A. Fuentes, IVE

El Alimento de la Semana: El Aguacate


El aguacate o palta es un fruto con una carne verde y mantecosa que procede de Perú y México. Son uno de los frutos más completos y saludables, por lo que no debes dejar pasar la oportunidad de incluirlos en tu dieta y aprovechar sus bondades. Si bien es cierto que en caso de obesidad se debe limitar su consumo, es muy beneficioso durante todas las etapas de nuestra vida.
Propiedades del aguacate o palta:
Son ricos en Vitamina E, por lo que son muy beneficiosos para retrasar el envejecimiento.
El contenido en omega 3 del aguacate cuida nuestro sistema cardiovascular. La palta es rica en grasas saludables (monoinsaturadas) y evitan que acumulemos grasas perjudiciales que puedan causarnos enfermedades.
El aguacate posee vitaminas tan importantes como la A, C, D, K y del grupo B
Su contenido en magnesio favorece el correcto funcionamiento del sistema nervioso, muscular, así como el del intestino delgado. También es importante para el sistema inmunológico.
Contiene ácido fólico, por lo que está muy recomendado durante el embarazo para evitar malformaciones.
El aguacate es rico en potasio (conteniendo mucho más que el plátano), muy importante para un favorable funcionamiento muscular y nervioso, además de evitar la retención de líquidos.
Al ser rico en fibra, regula los niveles de azúcar en sangre.
Además su semilla o pepa es muy nutritiva y en lugar de tirarla podemos aprovechar sus nutrientes. Podemos hacer una infusión con ella. Primero retiramos la piel marrón que la cubre y con un rallador echamos 1 cucharada en un vaso y añadimos agua hirviendo, o bien podemos echar la ralladura de la paltaen platos ya realizados (ensaladas, guisos, etc.)
También podemos aprovechar las bondades del aguacate aplicándolo localmente sobre nuestra piel ocabello. Haz una pasta con medio aguacate y aplícala en las puntas del cabello. Dependiendo del estado de tu cabello puedes dejarla entre 30 minutos a toda la noche. Después retiras y lavas el cabello como normalmente. Aporta mucho brillo y cuerpo, dejando un pelo sano y sin frizz. Sobre la piel lo podemos dejar unos 20 minutos sobre rostro y cuello para evitar arrugas, manchas y conseguir una piel más elástica, nutrida y joven.

Sunday, January 11, 2015

Promesas Biblicas Para los Enfermos y Atribulados


Más que un estudio, es una recopilación de unas cuantas promesas bíblicas para personas que pasan por dificultades, y especialmente por enfermedad. Es bueno anotar estos textos en la Biblia de uso personal y repasarlos de vez en cuando, de paso los tendremos a mano para leerlos a aquellos que los necesiten. 

Salmo 30:5
"Porque sólo un instante dura su enojo,
pero toda una vida su bondad.
Si por la noche hay llanto,
por la mañana habrá gritos de alegría.".

Salmo 34:19, 20
"Muchas son las angustias del justo, 
pero el Señor lo librará de todas ellas; 
le protegerá todos los huesos, 
y ni uno solo le quebrarán. "

Salmo 41:3
"El Señor lo confortará cuando esté enfermo; 
lo alentará en el lecho del dolor."

Salmo 50:15
"Invócame en el día de la angustia; 
yo te libraré y tú me honrarás."

Salmo 91:15
"Él me invocará, y yo le responderé; 
estaré con él en momentos de angustia; 
lo libraré y lo llenaré de honores. "

Salmo 94:14
"El Señor no rechazará a su pueblo; 
no dejará a su herencia en el abandono."

Isaías 40:29-31
"Él fortalece al cansado 
y acrecienta las fuerzas del débil. 
Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, 
y los muchachos tropiezan y caen;
pero los que confían en el Señor 
renovarán sus fuerzas; 
volarán como las águilas: 
correrán y no se fatigarán, 
caminarán y no se cansarán."

Isaías 41:10
"Así que no temas, porque yo estoy contigo; 
no te angusties, porque yo soy tu Dios. 
Te fortaleceré y te ayudaré; 
te sostendré con mi diestra victoriosa. "

Isaías 41:13
"Porque yo soy el Señor, tu Dios, 
que sostiene tu mano *derecha; 
yo soy quien te dice: 
"No temas, yo te ayudaré."

Isaías 43:2
"Cuando cruces las aguas, 
yo estaré contigo; 
cuando cruces los ríos, 
no te cubrirán sus aguas; 
cuando camines por el fuego, 
no te quemarás ni te abrasarán las llamas"

Isaías 66:13
"Como madre que consuela a su hijo, 
así yo los consolaré a ustedes; 
en Jerusalén serán consolados."

Mateo 9:22
"Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo:

—¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado.
Y la mujer quedó sana en aquel momento."

Marcos 9:22-23
"Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. 
[Jesús respondió] —¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible. "

Marcos 11:24
"Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán."

Lucas 7:13-14
"Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo:

—No llores.
Entonces se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron, y Jesús dijo:
—Joven, ¡te ordeno que te levantes!"

Juan 14:1-3
"No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté."

Juan 14:6
"—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí."

Juan 14:27
"La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden."

Romanos 8:28
"Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito."

2 Corintios 4:17-18
"Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno."

1 Pedro 4:12-13
"Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito.13 Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo."

Apocalipsis 21:4
"Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir."

Monday, January 5, 2015

Los Reyes Magos




El Evangelio Mt 2s. nos relata un hecho histórico de gran relevancia para comprender la actitud que Dios espera de nosotros.

El evento es confirmado por descubrimientos arqueológicos y científicos

Cuando ocurrió: 
Los Evangelios enmarcan el nacimiento de Jesús en tiempos del censo del imperio ordenado por César Augusto, cuando Quirino era gobernador de Siria, y en los últimos años del rey Herodes, quien falleció el mes de marzo del año 4 a.C. Para los historiadores, por lo tanto, Jesús nació unos siete años antes del año «0». 

Al llegar los magos a Jerusalén, éstos preguntaron en la corte el paradero del "Rey de los judíos". Los sacerdotes y maestros de la ley supieron informarles que el Mesías debía nacer en Belén, ciudad natal de David; sin embargo no fueron a adorarlo. Los magos ofrecieron oro, incienso y mirra, sustancias en las que la tradición ve la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad (mirra).

Se les atribuyen lo nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Los orientales llamaban magos a los doctores; en lengua persa, mago significa "sacerdote". La tradición, más tarde, ha dado a estos personajes el título de reyes. Esta atribución de realeza a los visitantes ha sido apoyada ocasionalmente en numerosos pasajes de la Escritura que describen el homenaje que el Mesías de Israel recibe por parte de los reyes extranjeros.

La Estrella de Belén identificada por la astronomía  -Fuente: Zenit
El evangelista Mateo (2, 2) relaciona el nacimiento de Jesús en Belén con la aparición de una estrella particularmente luminosa en el cielo de Palestina.

Johannes Kepler, 1603, astrónomo y matemático de la corte al observar desde el castillo de Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería precisamente a ese mismo fenómeno. Hizo cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C.

 Encuentro de una tablilla
En 1925 el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilonias  acuñadas en una tabla de arcilla encontrada entre las ruinas de un antiguo templo del sol, cien kilómetros al norte de Babilonia. La tablilla revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 a.C., en tres ocasiones, durante pocos meses: del 29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Según los cálculos matemáticos, esta triple conjunción se vio con gran claridad en la región del Mediterráneo.

La triple conjunción de los dos planetas explica también la aparición y la desaparición de la estrella, dato confirmado por el Evangelio.  La tercera conjunción de Júpiter y Saturno, unidos como si se tratara de un gran astro, tuvo lugar del 5 al 15 de diciembre. En el crepúsculo, la intensa luz podía verse al mirar hacia el Sur, de modo que los Magos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Belén, la tenían en frente. La estrella parecía moverse, como explica el Evangelio, «delante de ellos» (Mt 2, 9).

Por que los Magos deciden viajar en busca del Mesías

El viaje en busca del Mesías recién nacido es de cientos de Km. hasta Jerusalén. Representa grandes peligros de ser atacados por ladrones ya que llevaban tesoros.

Según explica el catedrático de fenomenología de la religión de la Pontificia Universidad Gregoriana, Giovanni Magnani: «en la antigua astrología,

      Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo
La constelación de Piscis como el signo del final de los tiempos.
El planea Saturno era considerado en Oriente como la estrella de Palestina. 


Cuando Júpiter se encuentra con Saturno en la constelación de Piscis, significa que el Señor del final de los tiempos se aparecerá este año en Palestina.

Entonces, ¿Es valida la astrología?

Hay que distinguir entre astrología y astronomía. La segunda es una ciencia mientras la primera suele mezclar conocimientos de las estrellas con mitología.  Dios se manifiesta al hombre según este pueda entender. Los Magos ("magoi" en griego) eran una casta de sacerdotes persas o babilonios. No conocían la revelación divina como los judíos. Pero en su deseo de buscar a Dios estudiaban las estrellas. Ellos levantaron sus ojos al cielo buscando en las luz de las estrellas una guía.  Dios es el Señor de los astros y los guió desde ahí hacia la verdadera luz que es Cristo.  

¿Da igual toda religión?

NO. Dios se ha dado a conocer a través de los siglos llegando a la plenitud en la revelación de su Hijo Jesucristo.  Los magos no se quedaron satisfechos donde estaban. Fueron a buscar al Mesías. Cuando llegaron a Jesús le adoraron.

Dios rechaza a nadie. Pero si nos llama a todos a buscar la verdad y a la conversión. 

Mas tarde Jesús confirmará que los paganos pueden encontrar la verdad si la buscan:
Ej.: Jesús y el centurión: Pagano. Mateo 8:8-10  “Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado  quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis ordenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro:  "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.» 

Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.”

El centurión abrió su corazón y razonó bien.  La gracia iluminó su razón.

Mateo 8,11-12  “Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino  de los Cielos, mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»”

Ej: Samaritana en el Pozo: Jesús le dice  Juan 4:22   “Vosotros adoráis lo que no conocéis;  nosotros adoramos lo que conocemos,  porque la salvación viene de los judíos.”

Un corazón cerrado a la verdad no se puede justificar. En el juicio final:

Unos apelarán a su ignorancia:   Mt 25,43 “Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.  Mt 25:44  “Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"

Otros apelarán a su conocimiento de Cristo: Mateo 7,22  “Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" 

Pero Jesús conoce cada corazón.

Los magos nos dan gran ejemplo en su búsqueda de la verdad.  Estuvieron dispuestos a correr grandes riesgos. Hombres en camellos, llevando tesoros por el desierto donde hay bandas de ladrones.

Ellos buscaban al Mesías y nada ni nadie los detuvo. Fueron humildes, preguntaron a otros como llegar.

Los Magos llegan a Jerusalén, Mateo 2,2». «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle» preguntan a los habitantes de Jerusalén.

Mateo 2:3  “oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.

Los de Jerusalén sabían donde debía nacer el Mesías. Conocían las Sagradas Escrituras. Pero eso no es suficiente: Pudieron dar instrucciones para que los Magos lleguen. Pero ellos mismos no fueron a adorarlo.  Son como tantos hoy: Religión a mi manera, según mi opinión.

Ya no esperan mas de Dios. Democracia espiritual.

¡Que fácil caer en esa actitud! !Que común es! Desisten de la verdad cuando el camino es estrecho y escabroso. Viven absortos en su pequeño mundo.

De todo Jerusalén fue Herodes quien demostró mas interés por el nacimiento del Mesías.

Mateo 2,11(Los Magos) entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Oro: rey  / Incienso: Dios /  Mirra: ungüento para las heridas.

Pero los Magos se llevaron MAYOR RIQUEZA: conocieron a Jesús.

Tomado de www.corazones.org