Monday, September 2, 2013

Testimonio de una Mamá (Sagrado Corazon de Jesus)


En el año 2005 nos dijeron que mi hijo tenia leucemia, solo alguien que haya pasado por algo parecido, puede saber lo devastador que es enterarse de la enfermedad de un hijo, la leucemia es una enfermedad terrible, es una enfermedad muy dolorosa y muy larga, aun y cuando los resultados finales en el mejor de los casos sean favorables.

Estaba completamente consternada y en ningún momento sentí ninguna fuerza divina, ni ningún tipo de revelación especial, ni fuerza espiritual que me ayudara a levantarme.



El 100% de mi tiempo y mis pocas fuerzas se iban en sobrevivir a lo que pueden ser los doctores y los hospitales y tratando de investigar lo mas posible sobre la enfermedad, tomando decisiones de repente tan importantes como desconocidas… en fin,  materialmente yo no podía levantarme.

Todo mi sentir contrastaba diametralmente con el sentir de mi hijo… él sí, y puedo decirlo sin temor a equivocarme, tuvo un acercamiento espiritual muy especial, muy grande y nada propio para sus 10 años.

Los doctores nos pidieron tener en el cuarto del hospital los menos objetos posibles, pues al bajar las defensas de un niño en tratamiento es mucho más propenso a contraer infecciones, por esta razón escogíamos muy bien que cosas le llevábamos a su habitación.

Pasé muchos días y muchas noches con mi hijo en el hospital; la primera vez que me regresé a dormir a mi casa ya era de noche, entrando medio a oscuras vi muchas cartas y regalos de amigos pero más que nada vi un retablo del Sagrado Corazón, lo vi enorme, y quedé muy sorprendida, primero por el gran cariño que tengo por la persona que nos lo mandaba y por que no sabía cómo se había enterado pues nos vemos y hablamos muy poco. Al día siguiente muy temprano me levanté y a pesar de que yo misma consideraba una imprudencia llevarlo, pues ni siquiera hay lugar en los hospitales para objetos grandes y no caben en las mesitas de noche siempre llenas de medicinas, teléfono etc., y a pesar de las advertencias de los doctores de mantener al niño aislado y totalmente esterilizado… sabía que mi hijo tenía que tenerlo cerca.

Será coincidencia, no sé… el día que se lo lleve, por la tarde nos dijeron que los resultados habían sido incorrectamente interpretados y que no tenía tal enfermedad. Agradezco la enorme devoción que mi hijo mantiene hasta hoy y su gran fuerza espiritual que lo ha sostenido siempre e inquebrantable en otras experiencias que ha tenido que vivir.

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